lunes, 16 de mayo de 2011
Viviendas sostenibles
Si vas a construir una casa debería saber que puede ahorrar mucho dinero en la factura energética teniendo en cuenta determinados aspectos constructivos que contemplen aspectos como la localización del edificio y el microclima en el que se integrará, para adaptar el inmueble al enclave en el que será construido.
Entre los objetivos de la arquitectura bioclimática, encontramos
• Limitar las pérdidas energéticas del edificio, orientando y diseñando adecuadamente la forma del edificio, organizando los espacios interiores y utilizando entornos protectores.
• Optimizar las aportaciones solares, mediante superficies acristaladas y con la utilización de sistemas pasivos para la captación del calor solar.
Forma y Orientación
Una vivienda mal orientada y con una forma inadecuada puede necesitar más del doble de energía que una similar bien diseñada y orientada. La forma juega un papel esencial en las pérdidas de calor. En líneas generales, se puede afirmar que las estructuras compactas y con formas redondeadas tienen menos pérdidas que las estructuras que tienen numerosos huecos, entrantes y salientes.
En cuanto a la orientación, es fundamental una correcta ubicación de los espacios y los huecos ya que permitirá un óptimo aprovechamiento pasivo de la energía solar y de los vientos predominantes. Esto se traduce en un importante ahorro energético, además de garantizar espacios iluminados, agradables y sanos, con lo que se mantiene a lo largo del año un clima confortable y saludable con un mínimo aporte exterior de energía.
Así, decir que en zonas frías interesa que los cerramientos de mayor superficie, los acristalamientos y las estancias o habitaciones de mayor uso estén orientadas al sur. Y los acristalamientos y superficies orientadas hacia el norte deben ser lo más pequeños posible. En zonas muy calurosas, interesa que haya la menor superficie acristalada en las orientaciones con más radiación solar (la orientación sur y la suroeste).
Cerramientos exteriores
Se puede ahorrar hasta un 70% del consumo energético en calefacción y refrigeración utilizando técnicas de conservación como:
Actuando sobre la envolvente se pueden captar, conservar y almacenar recursos energéticos del entorno inmediato. Además, el modo en que se coloquen los diversos huecos y la distribución de las distintas habitaciones podrán facilitar la ventilación natural.
Las ventanas y cristaleras, los invernaderos, los atrios y patios, con una adecuada orientación, permiten que la radiación solar penetre directamente en el espacio que se debe calentar en invierno, lo que producirá un ahorro de calefacción.
En verano la disposición de los elementos de sombreado, como los voladizos, los toldos y persianas, porches, etc., también podrá evitar ganancias de calor, pudiendo así llegar a evitar la instalación del aire acondicionado.
Debemos saber que podemos evitar acumulaciones excesivas calor en verano mediante sistemas evaporativos y de rociado de agua, basados en el hecho de que los líquidos necesitan un aporte de energía para cambiar de estado y evaporarse. Así, colocar una cortina o lámina de agua en una pared aumenta la sensación de confort en verano, ya que el calor es absorbido por el agua al evaporarse y, de esta forma, la pared se mantiene a una temperatura menor, con el consiguiente efecto refrigerante en el interior de la vivienda.
Etiquetas:
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